Una noche del año 2000 Rodrigo muere en una ruta de Argentina. Su nombre completo era Rodrigo Alejandro Bueno y era conocido por el mundo de las celebridades como ‘El Potro’, además de ser un artista muy talentoso y simpático era un ser muy solidario. Será por eso que cuando muere muchas personas lo tomaron como sus protectoras.
El lugar del accidente se fue convirtiendo de a poco en una especie de santuario, por esa razón los concesionarios de las autopistas tuvieron que colocar vallas, hasta que la municipalidad de Berazategui (Provincia de Buenos Aires) donó materiales para la construcción de un sitio que estuviera bien señalizado y construyeron también un puente sobre la autopista para permitir un fácil acceso al sitio.
Este santuario es muy parecido al de Gilda, en el mismo sitio se colocan botellas de cerveza y en tributo a él encienden un cigarrillo que lo dejan consumir al lado de una foto del cantante. Otros fanáticos prefieren dejar prendas personales u objetos como ofrendas.
A Rodrigo también se le adjudican milagros, que no fueron probados por la iglesia pero que causan a las personas un bienestar y una fe muy importante para sus vidas.
Lo que llama la atención es el comercio que se genera alrededor de estas estrellas: se venden fotos, recuerdos, velas, medallas, todos productos que ayudan a incrementar la devoción.
Si bien no existe reconocimiento oficial ni ninguna comisión eclesiástica que estudie la causa, lo cierto es que para las creencias populares son personalidades muy importantes. Estas figuras se han ganado el cariño del público por lo que hicieron en sus vidas y siguió luego de muertos, un cariño y respeto bien ganado.
Foto |Flickr