Casabindo es un pueblo muy tranquilo durante todo el año, sólo cuenta 300 habitantes, pero a mediado del mes de agosto todo parece cambiar. El pueblo casi desértico se transforma en un lugar para más de 8 mil personas que asisten a esta fiesta popular, conocida nacionalmente.
Entonces el pueblo se adornara con miles de colores y todas las amas de casas cocinan miles de empanadas para compartir con los visitantes. Además, la plaza principal estará rodeada por puestos de comidas regionales en donde sirven desde locro hasta sopa de quinua, sin olvidarnos del asado de cordero.
Todo esto para preparar la única fiesta taurina del país. Si bien el día 15 es el más importante, todo comienza unos días antes cuando los fieles asisten a las celebraciones en honor de la Virgen de Asunción. En cada esquina del pueblo son bendecidas las diferentes imágenes mientras algunos hombres bailan representado el Bien y el Mal, llevando sombreros de caballos y toros.
El día de la toreada todos se dirigen a la plaza principal, ahora convertida en la Plaza de Toros y cuando menos lo esperas muchos hombres armados únicamente con un poncho colorado se enfrentan cara a cara con un salvaje toro, con el fin de quitarle una vincha de monedas de plata que lleva entre sus cuernos. El que logra hacerlo debe ofrecerla a la Virgen.
Ya sea movidos por promesas, ofrendas o simplemente por valor, muchas personas participan todos los años de esta singular fiesta.
Foto | Fiesta El Toreo de la Vincha