

Según revelan diferentes investigaciones los megalitos se encuentran dispuestos de tal manera que expresan en lenguaje simbólico la importancia que le daban a la fertilidad y como se comunicaban directamente con los distintos fenómenos de la naturaleza, como las lluvias, a sequía o el sol.
Este lugar está lleno de misterio es uno de los sitios que más llama la atención a los investigadores quiines buscan conocer con exactitud cuales eran las creencias y las vivencias de este pueblo. Las primeras investigaciones se remontan al año 1897 y estaban a cargo de Juan Ambrosetti quien estaba avocado a descifrar el significado de los monolitos. Luego de su muerte diferentes grupos de estudiosos y arqueólogos continuaron con el trabajo, adhiriéndose la Universidad Nacional de Tucumán, la Secretaria de Turismo de la Provincia y diferentes organismos privados.
Verlos genera en los turistas un impacto increíble. Algunos de ellos tienen una altura que superan los 3 metros de alto. Todos son de granito tallado y se encuentran erguidos de manera vertical. Cuentan con grabados que se podrían asemejar a animales, trazos geográficos y representaciones humanas.
Cuando fueron descubiertos se encontraron en el lugar morteros y restos de herramientas de alfarería, lo que permitieron deducir que para sus tallas se usaron pedernales (piedras muy duras) por esta razón primero tuvieron que grabar la superficie paral luego pintarla.
Los investigadores están buscando aun la relación que existe entre este tipo de monolitos y otros encontrados en las cercanías, otros los vinculan a los que pertenecen a la Isla de Pascua (Chile) sosteniendo que en algún unto se encuentran vinculados. Otros monolitos similares fueron encontrados en el Lago Titicaca en Bolivia, lo que podría conformar un conjunto de monolitos destinados a expresar su religión, entre otras cosas.
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