

Las primeras viñas de Salta se vieron por el siglo XVIII y vinieron de la mano de los primeros jesuitas en lo que se llamaba finca La Bodega, luego La Angostura desde la cual se obtienen 200 hectáreas de viñedos.
Luego de aquella experiencia misionera vinculada a los viñedos, volvieron otros interesados en el arte del vino, como por ejemplo Carmen Frías de Diez, propietaria de la bodega ‘La Industria’ (del siglo XIX), Tomas, Francisco y Basile Peñalba de ‘El Recreo’, Silverio y José Antonio Chavarria de ‘La Banda’ y ‘La Rosa’ y doña Gabriela Torino de Michel.
A partir del comienzos de 1919 la historia de la bodega Michel Torino cobró un fuerte protagonismo, creando vinos únicos al estar a más de 1700 metros de altura. Después arribaron otros bodegueros que encontraron muy buenas tierras para la producción de los vinos, en donde se combina la pendiente, la piedra y la arena.
De la misma manera que la Ruta del Vino de Mendoza se hizo conocida, la Ruta del Vino de Salta empezó a cobrar importancia.
Otra de las alternativas para visitar dentro de la ‘Ruta del Vino’ es el Valle Calchaquí, que se encuentra a más de 2.200 metros de altura, en donde se puede visitar el pueblo de Cachi. En Cachi se encuentran los viñedos en donde Seclantás se ocupa de producir unos excelentes vinos de tipo artesanal.
Molinos es otro pueblo que se encuentra en las alturas y en donde se encuentra la reserva de vicuñas ‘Entre Ríos’, las Ruinas de El Churcal y el Hostal de Molinos, lugar donde vivió el último gobernador de origen español que tuvo la provincia de Salta.
Siguiendo camino nos encontramos con Colomé donde los viñedos se encuentran a 2.400 metros de altura, en donde se producen variedades como Cabernet Malbec y un exquisito vino frutado.
Por último te quedará recorrer el pueblo de Angastaco, San Carlos, Animará, Cafeyate. En la zona se lleva acabo todos los meses de octubre la Fiesta del Torrontes, evento organizado por la bodega La Banda.
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